Chalecos para Sample
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Los chalecos se han usado por más de 300 años en un estilo similar a los estilos usados por los persas. Para los hombres, los chalecos alcanzaron su mayor popularidad en el siglo XVIII. Los chalecos de seda, con doce a veinte botones, se portaban maravillosamente debajo de los sacos largos de la época. En la era victoriana, los chalecos se usaban para cubrirse del frío, y lucían más profesionales que un suéter cuando se quitaban el saco. El chaleco de ese periodo se confeccionaba con la misma tela del traje.
Las mujeres adoptaron los chalecos en la década de 1920, y ahora son una prenda que regresa regularmente al mundo de la moda. Un chaleco se puede hacer casi con cualquier tela, desde lona hasta gabardina, de seda o tejido. Se puede cubrir de lentejuelas, bordar o pintar, hacer recto o ajustado, con o sin solapas, largo o corto, con terminaciones puntiagudas o rectas. El chaleco (cuando no está ceñido) puede usarse para esconder una serie de rasgos problemáticos del torso medio, y cuando la tela es la misma que la del pantalón o la falda, puede añadir altura visible a un cuerpo de estatura baja. Al ser una tercera prenda, puede ‘completar un atuendo al unir dos colores distintos, o simplemente añadir un poco ‘de "gracia" a las prendas sueltas poco interesantes.
Para alargar la silueta y adelgazar la parte inferior del cuerpo, cada vez que puedas elige un chaleco cuyo color de la parte posterior combine con tus ‘prendas inferiores, esto evitará una línea horizontal marcada. Los chalecos rectos funcionan mejor abiertos cuando el objetivo es adelgazar las caderas, la cintura, el busto o estómago. Los chalecos diagonales (aquellos con bordes frontales puntiagudos) son fantásticos para alargar y adelgazar visualmente el torso. Para las mujeres que tienen un busto grande, los chalecos se pueden mantener en su lugar si se usa una cinta con adhesivo en ambos lados, p. ej., ‘Res-Q' o ‘Hollywood (colocada justo dentro de la abertura del chaleco y sujeta a la blusa). Los chalecos curvados o ajustados funcionan mejor cerrados para mantener su línea intencional y evitar que se curve hacia afuera y añada peso a las caderas.
Los mejores largos de chalecos para ti serán los mismos que las directrices para tus sacos, tops y blusas por fuera.