Botonadura cruzada
Los sacos son una de las prendas más cómodas, prácticas y versátiles de tu guardarropa. Pueden combinarse con todo, desde un atuendo de noche hasta jeans, y pueden cambiar instantáneamente la "actitud" de un atuendo. Son artículos esenciales en el guardarropa de cualquier mujer profesional, pues le dan un aire de profesionalismo y autoridad.
El blazer es el más clásico de todos los sacos, y cuando se compra en un color neutro y favorecedor o con un diseño discreto, se vuelve un buen punto de partida. Se pueden agregar sacos adicionales para tener más variedad. Cuando tu guardarropa necesite un impulso, primero compra artículos para la parte superior de tu cuerpo, p. ej., camisas, sacos, tops, bufandas, chalecos, ya que son lo primero que se ven antes de las faldas o los pantalones.
Los sacos que moldean el cuerpo son los más favorecedores. Los sacos semi-ajustados favorecen a cualquier persona. Los sacos muy ajustados les quedan mejor a las mujeres jóvenes, esbeltas y con forma, pues están diseñados para usarse cerrados; si se dejan desabotonados se acampanarán. Las mujeres de forma rectangular deben usar sacos cuadrados, largos y rígidos, pero sólo si tienen menos de 45 años, pues pueden hacer que las personas maduras adquieran una apariencia matronal. Los sacos suaves, sin forro y cuadrados favorecen a cualquier persona debido a que se mueven con el cuerpo, además de que dan forma mientras esconden muchas preocupaciones de la figura.
En las mujeres corpulentas, con busto grande, cintura o cadera ancha que usan el saco abierto (desabotonado), la mayoría de los sacos mostrarán una línea vertical marcada que será muy adelgazante. No uses sacos de botonadura cruzada desabotonados, ya que caerán en una forma extraña.
Los detalles como los bolsillos y las solapas se deben colocar donde proporcionen balance a las proporciones horizontales del cuerpo.
Debes considerar la talla para el espacio que necesita la prenda que pretendes usar debajo del saco. Las solapas limitan los estilos de blusas y tops que se puedan combinar exitosamente con sacos, p. ej., la solapa redondeada no combinará con un cuello puntiagudo. Los sacos sin solapas dan opciones ilimitadas para blusas y tops, mientras que las solapas enrolladas limitan los estilos a aquellos sin cuello (p. ej., una camisola), o aquellos que se elevan por el cuello (p. ej., un cuello de tortuga).
El buen ajuste es importante. Las mangas demasiado largas se ven sin estilo, y darán la impresión de que el saco es demasiado grande para la persona o que le pertenece a alguien más. La parte posterior del cuello de la prenda debe ceñirse a tu cuello, las solapas deben quedar pegadas a tu pecho y el largo del saco debe ser consistente con tus proporciones verticales.